La reforma integral de esta vivienda, concebida como segunda residencia para una pareja extranjera, busca capturar una sensación de refugio tranquilo en plena sierra mediterránea: luz natural, materiales nobles y espacios que respiran calma.
El proyecto abarca la renovación completa de dos baños y una cocina, junto con la redistribución de las zonas comunes para favorecer una circulación más fluida y una conexión visual ampliada entre salón, comedor y cocina. La paleta elegida se basa en tonos arena, blanco roto y madera clara que recuerdan la piedra desgastada y el sol suave del Mediterráneo, y se acompaña de texturas naturales para aportar autenticidad.
En la cocina, diseñada como el corazón de la casa, el mobiliario en acabado madera se integra con superficies de aspecto pétreo en tonos beige claro, manteniendo un equilibrio entre funcionalidad sencilla y estética serena. Los baños, de líneas limpias y materiales orgánicos, completan una propuesta coherente y elegante, pensada para descansar y disfrutar sin estridencias.
El resultado es un refugio que transmite sobriedad, frescura y autenticidad mediterránea, aunque situado en la montaña: un hogar que invita a desconectar, a respirar y a sentirse conectado con el entorno natural.
"Luz, naturalidad y calma en
un refugio mediterráneo"























