top of page

La reforma integral de esta vivienda ubicada en el barrio de la Sagrada Familia, en Barcelona, ha sido un proyecto lleno de luz, armonía y calidez. La intervención incluyó un importante trabajo estructural con el apeo del muro entre cocina y salón, lo que permitió abrir el espacio y mejorar la circulación de la luz natural, dando paso a una zona de día mucho más amplia y conectada.

El estilo escogido combina la esencia mediterránea con influencias nórdicas y un sutil aire tropical, reflejo de la identidad de la clienta, originaria de Tahití. Esta fusión se traduce en una atmósfera serena, acogedora y natural, donde predominan los tonos neutros, las fibras naturales y la madera clara.

En la cocina, el mobiliario en acabado madera se integra perfectamente con una encimera de aspecto pétreo en tonos beige, que aporta textura y elegancia sin recargar el ambiente. La zona de comedor, cuidadosamente compuesta, se ilumina con lámparas de fibras vegetales y se conecta visualmente con un salón de líneas suaves, donde destacan piezas de diseño curvilíneo, textiles ligeros y una paleta muy equilibrada.

El dormitorio principal mantiene esta línea de sobriedad y frescura, con detalles gráficos inspirados en el mar y textiles que aportan un sutil punto de color, sin romper la calma que define todo el proyecto.

Esta reforma ha logrado transformar por completo la vivienda, dotándola de una nueva vida, más abierta, funcional y en total sintonía con el estilo de vida de su propietaria.

"Luz, calma y esencia de Tahití en un hogar barcelonés"

El Antes:

bottom of page